Quisiera iniciar este escrito con algunos párrafos del “Manifiesto contra
“Ellos creían que nos habíamos cansado de protestas y que les habíamos dejado libres para seguir en su alucinada carrera hacia la guerra. Se equivocaron. Nosotros, los que hoy nos estamos manifestando, aquí y en todo el mundo, somos como aquella pequeña mosca que obstinadamente vuelve una y otra vez a clavar su aguijón en las partes sensibles de la bestia. Somos, en palabras populares, claras y rotundas para que mejor se entiendan, la mosca cojonera del poder.”
“Ellos quieren la guerra, pero nosotros no les vamos a dejar en paz. A nuestro compromiso, ponderado en las conciencias y proclamado en las calles, no le harán perder vigencia y autoridad (también nosotros tenemos autoridad) ni la primera bomba ni la última que vengan a caer sobre Gaza" (el texto original dice Irak)
“Hasta ahora la humanidad ha sido siempre educada para la guerra, nunca para la paz. Constantemente nos aturden las orejas con la afirmación de que si queremos la paz mañana no tendremos más remedio que hacer la guerra hoy. No somos tan ingenuos para creer en una paz eterna y universal, pero si los seres humanos hemos sido capaces de crear, a lo largo de la historia, bellezas y maravillas que a todos nos dignifican y engrandecen, entonces es tiempo de meter mano a la más maravillosa y hermosa de todas las tareas: la incesante construcción de la paz. Pero que esa paz sea la paz de la dignidad y del respeto humano, no la paz de una sumisión y de una humillación que demasiadas veces vienen disfrazadas bajo la mascarilla de una falsa amistad protectora.”
“Sin paz, sin una paz auténtica, justa y respetuosa, no habrá derechos humanos. Y sin derechos humanos -todos ellos, uno por uno- la democracia nunca será más que un sarcasmo, una ofensa a la razón, una tomadura de pelo. Los que estamos aquí somos una parte de la nueva potencia mundial. Asumimos nuestras responsabilidades. Vamos a luchar con el corazón y el cerebro, con la voluntad y la ilusión. Sabemos que los seres humanos somos capaces de lo mejor y de lo peor. Ellos (no necesito ahora decir sus nombres) han elegido lo peor. Nosotros hemos elegido lo mejor”
Las palabras del premio Nobel siguen siendo actuales. La guerra sigue siendo una burda excusa a problemas que gobiernos insensatos usan como medio para “subsanar” sus diferencias. ¿Quién es el culpable del enfrentamiento en Gaza?
Para muchos el gobierno israelí tiene mucho que ver. Tal vez, la salida de Busch de
Por otra parte, muchos culpan al gobierno de Hamas como el gestor de dicho despliegue bélico, por el lanzamiento de cohetes tanto caseros como “profesionales” por más de ocho años. Estos son una clara y abierta violación a la convención de Ginebra, causando en este lapsus de tiempo decenas de muertos. Al contrario de que esto justifique las acciones israelitas, cabe preguntarnos: ¿es una respuesta acorde? Muchas son las posibles causas y muchos también los análisis al respecto.
Aún cuando pudiera ser importante la motivación de este ataque continuo y desmedido por parte de Israel, también creemos necesario preguntarnos ¿es la guerra con todos los costos que ella trae, la única solución ante los conflictos humanos?
Y esta guerra nos muestra que el poder de ambos bandos destruye a sus propios conciudadanos. ¡Por la sed de poder se obstruyen las treguas! ¡Por sed de poder se bombardean áreas civiles! ¡Por sed de poder se destruyen los comboys humanitarios! ¡Ambos gobiernos no son capaces de velar por sus pueblos! ¡Ambos gobiernos son abiertos violadores a los derechos humanos!
Por lo tanto,
Primero: ¡Exigimos el cese inmediato de las hostilidades por parte del ejército regular de Israel!
Segundo: ¡Exigimos el cese inmediato del lanzamiento de cohetes por parte del brazo armado de Hamas!
Tercero: ¡Exigimos una tregua total, para dar paso a la ayuda humanitaria!
Cuarto: ¡Exigimos una “mesa abierta y de dialogo” para enfrentar esta situación!
Quinto: ¡Exigimos que
Sexto: ¡Solicitamos a
Nuestras exigencias tienen los siguientes motivos:
Primero: Poner fin a las innecesarias y brutales muertes de centenares de seres humanos.
Segundo: Poner fin a las muertes, mutilaciones y traumas de los niños palestinos e israelitas.
Tercero: Poner fin a las muertes, mutilaciones y traumas de los civiles.
Cuarto: Poner fin a las destrucciones de hogares, escuelas y edificios gubernamentales y no.
Quinto: Dar a las generaciones venideras una esperanza para su desarrollo en paz y armonía.
QUE NUESTRO LÍDERES POLÍTICOS Y ECLESIÁSTICOS SE SUMEN, EXPRESEN Y CANALICEN NUESTRO MÁS PROFUNDO SENTIR:
¡Exigimos, solicitamos y anhelamos el cese al fuego! ¡No a la guerra!
Por un mañana mejor,
Juan A. Rojo
Estudiante Psicología Universidad ARCIS
S. Comunicaciones - Jóvenes “Testigos” IV Iglesia Bautista de Santiago.