lunes, 28 de julio de 2008

Dios ES desde un punto de vista epistemológico



“Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía.” Heb 11:3 (RV) / “Por la fe entendemos que el universo fue formado por la palabra de Dios, de modo que lo visible no provino de lo que se ve.” Heb. 11:3 (NVI)


En nuestra actual cosmovisión racionalista y a la vez desconstruccionista, el dar sentido y significado a Dios y la Biblia, es casi un “locura”. Existe un temor hacia el análisis y meditación epistemológica de los tópicos de la Biblia y Dios

Quizás imprudentemente y en un mínimo desarrollo epistemológico quiero señalar que me es más lógico la “Revelación-Dios-Biblia” que el “racional universo señalado por la razón científica imperante”. No hay afán alguno de desacreditar a las ciencias “duras”, pero me es prudente un dialogo desde la epistemología, dado que, es la preocupación primordial de la filosofía moderna.

Según la visión postkantiana “los hechos NO hablan por sí mismo, se habla de ellos a través de una teoría”, es decir, que en los hechos de la realidad no tienen significado hasta que la mente creativa del ser humano ordena estos hechos de manera lógica, de este modo le da significado. Es así como, el no-creyente (1) señala que los hechos de la realidad están basados en teorías particulares del conocimiento humano, en la cual asume que la mente del hombre tiene el poder creativo y original para definir y ordenar la realidad que le rodea sin referencia a alguna autoridad externa.

Sin embargo, para el creyente (2) (cristiano) es el acto creativo de Dios el que le da a todos los hechos de la realidad su significado. Su palabra es la palabra original que ordena los hechos de la realidad. De esta forma, el cristianismo conoce las cosas por fe, es decir, que comienza su razonamiento con un acto de fe en Dios.

Para muchos el señalar a la fe como parte de un debate epistemológico, es cerrar toda puerta a un dialogo serio y concreto. Pero sin desmerecer lo anterior, creo que es valido y lógico. Esto sustentado en que el creyente y el no-creyente basan sus creencias en la fe.

La racionalidad científica comienza toda defensa con la premisa de que el mundo existe y puede ser entendido independientemente de Dios, así formula una epistemología neutral u objetiva, basada en los hechos de la realidad, en lugar de los hechos interpretados por la fe. De esta forma la “lucha” entre el no-creyente y el creyente consiste en: el hecho versus fe, la cual ha sido promovida por la clase científica dominante, pero el conflicto es: fe versus fe, dado que no hay hecho bruto en el universo, solamente hechos interpretados, y en su interpretación de los hechos de la realidad, el no creyente asume la habilidad de conocer y entender individualmente de Dios un mundo que él cree que existe independientemente de Dios.

Lo anterior puede ser más claramente explicado por Stephen Perks “el pensamiento del no-creyente , y por consiguiente, su valoración de los hechos en cualquier esfera.... esta en, mirar el mundo a su alrededor, y todas las cosas en él, en términos de una teoría que es pre-teórica, aún no demostrada, y que es improbable por su misma naturaleza. Por lo tanto, el no-creyente comienza su pensamiento con un acto de fe en sus propias presuposiciones acerca de la naturaleza autónoma de la realidad y en su propia habilidad como un pensador original creativo y conocedor de mundo; en otras palabras, mira todas las cosas desde una perspectiva religiosa la cual requiere fe como su fundamento”.

Todo conocimiento, científico o de cualquier otra índole, está basado en al revelación, es decir, en un algo “dado” que es pre-teórico y es, de ese modo, recibido por fe. Tales cosas dadas son consideradas como axiomas y asumidas de ese modo sin cuestionamiento. Ellas forman la base de todo conocimiento adicional, y por lo tanto, no son susceptibles de prueba racional, puesto que cuestionar su validez sería cuestionar la posibilidad del conocimiento. En otras palabras el conocimiento (la ciencia) pende de la fe, no la fe en el conocimiento. La única alternativa para los seres humanos finitos es la ignorancia total o escepticismo.

Con este seudo intento epistemológico básico pretendo esbozar una pequeña idea entorno a nuestra creencia de fe y su interrelación con la filosofía de la ciencia. Un dialogo y debate necesario para entender que todo lo que podemos conocer en realidad, no lo conocemos directamente, sino más bien mediante una acto de fe. De este modo, el estar siendo cristiano, no seria un acto descabellado, pues no hay conocimiento alguno que no comience con acto de fe.

Estas gentes piensan de un modo enteramente diferente.

Sin embargo, uno no puede decir que creen

cosas distintas.(3)


Notas:

(1) Me refiero a no-creyente en el sentido de no creer en Dios. En ningún caso en forma despectiva. Si creí prudente referirme en el termino racionalista como no-creyente, pero lo deseche por la razón que el cristiano si es un ser racional.

(2) Me refiero a creyente, en el sentido que el ser humano cree en un Ser Supremo (Dios).

(3) Santiago Mejias, “WITTGENSTEIN Y LA CREENCIA RELIGIOSA”, http://www.ideasyvalores.unal.edu.co/archivos/PDF%20132/Mejia.pdf




miércoles, 16 de julio de 2008

UN RESPALDO “ESPERANZADOR”


Hoy pudimos ver cómo en grupo llegaban las “autoridades”[1] para dar un espaldarazo a la “ultrajada” ministra de educación, todas ellas con un conmovedor discurso en defensa de la no violencia y del respeto. Nos llena de “esperanza” al ver que nuestro país está gobernado por quienes de verdad responden rápida y “eficazmente” cuando uno de nuestros desprotegidos conciudadanos se ve “vulnerado” en sus derechos.

Juan Antonio Coloma (UDI), un reconocido defensor de los más desprotegidos, fue claro: “El país lo construimos entre todos y no hay que dar espacios a quienes quieren destruirlo, descalificarlo o entrar en un espiral violentista del cual nadie sabe como salir.”

Sergio Bitar (PPD) quizás recordando sus momentos de incomprensión como ministro de educación, afirmó: “Me molesta y me duele cuando hay que ofrecerle a los ministros protección policial. Quiero un país donde podamos andar tranquilos por las calles, lo que significa respeto y tolerancia.”

Eduardo Frei (DC), quien cuando fue presidente tuvo la capacidad inigualable de llevar al país al mayor estancamiento de los últimos 20 años por las “innovadoras” políticas de Masad en el Banco Central, afirmó como un viejo sabio: “Lo que me preocupa es que los profesores estén avalando este tipo de conductas. El país tiene que rechazar esto y no llegar al caos, anarquía y una violencia institucionalizada.”

Pero donde realmente nos sentimos protegidos de infames agresiones, fue por la intervención del “súper ingeniero” Raúl Alcaíno, quien con criterios matemáticos aplicó la ley de Moraga a la estudiante María Música Sepúlveda, que teniendo “más de 14 años”, todavía no aprende que en Chile las diferencias se solucionan mediante el diálogo. Por eso, merecida fue la sanción dictada por Alcaíno, alcalde de la Municipalidad de Santiago, de la cual depende el liceo Darío Salas: “Es un acto reprochable, le he solicitado al director que le cancele la matrícula a la alumna Sepúlveda, porque este es un hecho que está reñido con las mínimas normas de convivencia escolar[2]”.

Por supuesto, nuestra alma mater Bachelet no quedó atrás, y nos habló al corazón, con palabras que nos hicieron pensar, palabras inesperadas que por ser improvisadas, nos sorprenden por su profundidad: “Hechos como éstos no le hacen bien a la democracia”.

Amigos y amigas, no podemos seguir dejando que la violencia se apodere de nuestras salas de clases, mientras vemos como nuestros apreciados del Congreso, sudan la gota gorda para poder generar leyes justas que cada vez han ido generando una igualdad nunca vista en nuestro país. No podemos dejar que la violencia se apodere de las nuevas generaciones cuando vemos los incalculables avances en salud y educación de los últimos 20 años de gobierno de la Concertación. Prueba de ello es que la mayoría de nuestras “autoridades” tienen a sus hijos estudiando en colegios municipales y cotizan en FONASA.

No malinterpretemos a la ministra Jiménez. Ella no es tozuda sino que es firme en sus planteamientos, pues sabe que la LEGE es lo mejor que le puede pasar a Chile. Además, nadie puede negar que dialogar con ella es motivante, es encantador, y más todavía con los jóvenes confundidos por “activistas políticos” que les han hecho errar en el norte.

¡No podemos dejar pasar este tremendo hecho de violencia inusitada con la digna ministra! Quizás María Música Sepúlveda se confundió al ver que la TV muestra una y otra vez que todo se soluciona con violencia. ¡No María Música! La TV es sólo ficción.

Quizás María Música se desespera porque su futuro parece oscuro al verse de escasos recursos. ¡No María Música! Cuando todos los medios de comunicación nos bombardean con el consumismo para afirmar una y otra vez en nuestro inconsciente que la felicidad está en tener más y más, todos sabemos que eso no es así.

Quizás María Música respondió violentamente creyendo que estamos en dictadura. ¡No María Música! Estamos en democracia. No importa que sea una democracia que se traduce sólo en votar cada ciertos años y que el sistema esté hecho para que estén en el poder siempre los mismos. ¡Es democracia de todas maneras! No importa que los que están en el poder no escuchen al pueblo. No podemos negar que en Chile hay elecciones libres, y eso es democracia. Ya vemos hoy, cuando faltan 2 años para las próximas elecciones presidenciales, cómo es que desinteresados y filántropos de la clase política, desean dar lo mejor de sí para ayudarnos a todos a construir un Chile solidario y justo.

Quizás María Música se confundió creyendo que las diferencias se resuelven por medio de la violencia. ¡No María Música! Cuando el diputado Fidel Espinoza (PS) y René Alinco (PPD) se trenzaron a golpes en pleno parlamento luego de la aprobación de la acusación constitucional de Yasna Provoste, no querían decir eso, sino que sólo estaban haciendo un poco de deporte boxeril.

La violencia de María Música no tiene parangón. ¿Qué son los 1200 millones de dólares malversados por Luis Ajenjo en EFE, que por entonces respondía sólo ante el “paciente y humilde” Ricardo Lagos, frente a la terrible acción de María Música? ¡Nada! ¿Qué son los más de 1500 millones de dólares metidos en el tonel sin fondo del Transantiago frente a la violencia de María Música? ¡Nada! ¿Qué son las voluminosas utilidades de las Isapres y AFPs propugnadas por las políticas de nuestro bienhechor gobierno frente a la acción inhumana de María Música? ¡Nada! ¡Dejemos que el mercado decida! El mercado regulará la educación, la salud, las políticas urbanas, el medio ambiente, etc. El mercado es el dios de la sociedad moderna que debemos reconocer, al mismo tiempo que aprendamos de la pasividad del vicepresidente de la república, Edmundo Pérez Yoma, que nos llama a “apretar los dientes” frente al advenimiento de la crisis energética, pues como él dice, “es algo externo” que no se puede controlar, aunque todos los que han tenido un año de economía en la educación superior saben que toda economía de un país tiene factores externos, y que justamente dicha ciencia busca crear estabilidad frente a la afección de dichos factores.

Así es que nos sumamos a nuestras “autoridades” para condenar a María Música, y junto al ahora psicólogo juvenil Raúl Alcaíno pedimos la expulsión del liceo Darío Salas y la aplicación de la ley de Seguridad del Estado. Personas como ella ponen en riesgo nuestra sana convivencia y hacen que las fuerzas policiales se vean obligadas a usar medios propios de los regímenes tiranos. María Música debió haber sabido a su ya “avanzada” edad que “en democracia las diferencias se solucionan por medio de los múltiples canales de diálogo abiertos por nuestras autoridades”.

[1] http://noticias.123.cl/entel123/html/Tele13/Noticias/Chile/348247.html

[2] http://www.emol.com/noticias/nacional/detalle/detallenoticias.asp?idnoticia=313082